Solomillo con dátiles y piñones.

Muy buenas, no habréis gastado mucho en el blak friday, mirad que ahora nos llegan las navidades y estamos "pelaos", jeje, mira que se inventan días para que vallamos a gastar, como sino tuviéramos bastante con las navidades, entre cenas, Papa Noel, los trajes de noche vieja y reyes llegamos a enero y estamos más pelados que un pollo sin plumas, jaja, pero que le vamos a hacer son días de eso, menos mal que son una vez al año. Bueno, yo voy a empezar con lo mío que me pierdo con tanto gasto. 

En la receta de hoy vengo con carne, el solomillo es una de las partes del cerdo más apreciadas por su sabor, porque su carne es muy tierna y muy agradecida en cualquier receta que prepares. En la receta de hoy he querido prepararlo acompañado de dátiles y piñones, me parecen unos ingredientes muy de las fechas festivas que nos llegan, este plato es una buena opción para uno de esos días.

Os dejo ya con la receta que esto se está haciendo muy largo.

Feliz semana¡¡

Ingredientes: Para 4 personas

2	Solomillos de cerdo “900gr”
250gr	Cebolla
250ml	Vino blanco
500ml	Caldo de pollo
100ml	Aceite de oliva
100ml	Brandy
45gr	Piñones
150gr	Dátiles sin hueso
800gr	Patatas ya peladas
10gr	Pimienta negra en grano
5	Dientes de ajo
2	Hojas de laurel
Sal

Preparación:

Limpiamos los solomillos y los cortaremos en medallones de 3 centímetros de grosor.

La cebolla la pelamos, la lavamos y la cortamos en juliana fina, reservamos.

Pelamos los ajos y los cortaremos en rodajas, reservamos.

Ponemos una cacerola baja al fuego a fuego medio, cuando este caliente añadiremos el aceite de oliva y la carne, doraremos la carne por ambos lados y la sacamos a un plato y reservamos.

En este mismo aceite sofreiremos los ajos, cuando empiecen a dorarse los sacaremos y reservamos.

Seguimos con la misma cacerola, ahora pondremos a sofreír la cebolla, está la dejaremos durante 4 minutos.

Pasados los 4 minutos volvemos a añadir a la cacerola los solomillos y añadiremos también la hoja de laurel, salpimentamos, removemos todo y lo dejamos otros 3 minutos más.

Mientras pelaremos las patatas, las lavaremos y las picaremos en trozos gruesos, reservamos.

Seguiremos con el vino y el brandy, los pondremos juntos y los dejaremos hasta que reduzca o casi reduzca, porque en ese momento añadiremos las patatas, le damos unas vueltas y añadimos el caldo de pollo, tapamos la cacerola y dejaremos cocer a fuego medio 15 minutos.

Pasados los 15 minutos cogeremos los ajos los majaremos y los añadiremos junto con los piñones y los dátiles, removemos todo y dejaremos cocer otros 4 a 5 minutos más sin tapar.

En este paso deberemos tener cuidado pues las patatas están casi listas y se nos puede pegar.

Cuando las patatas estén listas retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos.

Listos para comer.

                                                    ¡Buen provecho!  

También te puede interesar.

Tarta Uvas y crema de vino.

En estos días andamos como pollo sin cabeza pensando en las cenas próximas, jeje, carnes, pescados, postre, etc... Me gustaría contribuir con una sugerencía para esos días, esta tarta queda muy vistosa y de sabor no es nada empalagosa. La preparación tampoco tiene mucha dificultad, eso si, yo os aconsejo que no cometáis el error que yo cometí preparandola en un molde que no era desmoldable, me costó la vida sacarla y se me agrieto un poco, pero fuera de esos pequeños detalles merece la pena prepararla. Otra cosita que se me olvidaba, para esta receta utilizaremos un vinito blanco algo más bueno, que no sea el que utilizamos para hacer la comida, para que nos quede un regustito más rico.
Venga, animaros...seguimos con la receta.
Feliz finde¡¡¡

Ingredientes:

Para la masa
200gr	Harina de trigo
85gr	Mantequilla sin sal
80gr	Azúcar glass
50gr	Cacao en polvo
1	Yema de huevo
2	Cucharadas soperas de agua
Para la crema
300ml	Vino blanco
250ml	Leche
100ml	Nata repostería
80gr	Azúcar blanca
40gr	Maicena
3	Hojas de gelatina
3	Yemas de huevo
Para la terminación
Uvas blancas sin hueso
1	Sobre tortenguss
15gr	Azúcar glass

Preparación:

Para esta receta tendremos todos los ingredientes a temperatura ambiente.

Precalentamos el horno a 180º y tamizamos sobre un bol la harina y el cacao.

En ese mismo bol ponemos el azúcar, la mantequilla, la yema y el agua, con ayuda de nuestras manos lo amasaremos todo hasta integrar todos los ingredientes y formar una bola.

Ahora necesitamos dos láminas de papel vegetal, ponemos una sobre la encimera y sobre ella la masa, con la otra la cubrimos y con ayuda de un rodillo la estiraremos hasta conseguir un grosor de 1cm. 

Cuando la tengamos bien estirada quitaremos la lámina de papel de encima y con ayuda del rodillo la pondremos sobre nuestro molde, es muy probable que se os raje, no os preocupéis, la vais uniendo con ayuda de vuestros dedos, después pincharemos la base con un tenedor, el molde que yo he útilizado es de 24 x 15 cm.

Una vez la tengamos lista la meteremos en el horno ya precalentado a 180º la dejaremos cocer de 15 a 20 min, todo depende del grosor que nos haya quedado en la masa. Pasado ese tiempo la sacamos del horno y la dejaremos enfriar, mientras continuaremos con la crema.

Crema:

Ponemos la gelatina a hidratar en un cuenco con agua. En un bol mezclamos las yemas, el azúcar y la maicena.

El vino lo ponemos en un cazo, seguidamente al fuego para hacerlo reducir hasta la mitad. Una vez haya reducido, lo apartamos y le añadimos la gelatina escurrida, removemos para que se disuelva y reservamos.

Cogemos un cazo y en el ponemos la leche a calentar en el fuego, cuando haya cogido temperatura la añadimos a la mezcla de las yemas sin dejar de remover, volvemos a poner toda la mezcla en el cazo y la ponemos al fuego, la cocinaremos como si fuese una crema pastelera, removiendo para que no se nos pegue, tened cuidado porque se nos quedará mucho más espesa, una vez haya cogido el espesor, la apartamos y la dejamos enfriar.

Mientras levantaremos la nata a punto medio, reservamos.

En un bol ponemos la crema y le añadimos el vino, con ayuda de unas varillas lo mezclaremos todo hasta que se nos forme una crema, seguidamente añadiremos la nata, volvemos a mezclar con cuidado para que no se nos baje.

Cogemos nuestra base de tarta y le cortamos los filos, continuamos añadiendo la crema y metiéndola en la nevera un mínimo de una a dos horas antes de la terminación, la crema tiene que estar semidura para poner las uvas.

Terminación:

Preparamos el sobre de tortenguss tal y como pone en las instrucciones añadiéndole el azúcar glas. Una vez terminado lo metemos en un biberón y reservamos hasta su utilización.

Sacamos la tarta de la nevera, volvemos a recortar un poco los filos para que nos quede justo a la altura de la crema, desmoldamos, os aconsejo prepararla en un molde redondo desmoldadle, sino os pasará como a mí y se os agrietara al sacarla.

Terminamos cubriendo la tarta con las uvas y seguidamente con el tortenguss, una vez terminada la volvemos a meter en la nevera unas horas.

Lista para comer.

                                                   ¡Buen provecho!  

También te puede interesar.

Tortitas de verduras.

Sabemos que las verduras son muy buenas y que deberíamos comerlas todos los días, que son estupendas para el desarrollo de los niños, etc... siempre suelen decir que los niños en casa comen lo que ven y que si tu comes verduras como tus hijos te ven las comen, pues perdonar pero eso no es cierto, por lo menos en mí casa, como no les gusten o no las quieran no hay forma de hacérselas comer. Con el tiempo, la edad que tienen y a fuerzas de ponérselas una y otra vez han ido echando mejor boca, pero todavía hay formas a la hora de prepáralas en las que no hay forma de hacer que se las coman. 

Bueno, dicho todo este párrafo de mis problemas con las verduras y mis hijos, jeje, he de decir que preparadas en tortitas sí que se las comieron, y es más, les gustaron como para volver a repetir, aleluyaaaaa.

Ea, vamos con la receta que es súper fácil y con la que espero que si la prepararais en vuestras casas os de el mismo resultado que a mí con mis hijos.

Nos leemos el jueves¡¡

Ingredientes: Para 10 o 12 unidades

150gr	Calabacín
100gr	Puerro
110gr	Pimiento verde
115gr	Cebolla
110gr	Zanahoria
2	Dientes de ajo
90gr	Harina de trigo
2gr	Levadura en polvo “royal”
1gr	Comino molido
4	Huevos
Una pizca de orégano
Pimienta
Sal

Preparación:

Lavamos y pelamos todas las verduras, en una picadora las pasaremos todas menos el ajo, estos los pelaremos y los picaremos aparte, reservamos los ajos las verduras las pondremos todas juntas.

Ponemos una sartén al fuego a fuego medio, cuando este caliente añadiremos un fondo de aceite y las verduras, salpimentamos y las dejaremos sofreír durante 8 minutos.

Transcurridos los 8 minutos añadiremos el ajo, removemos todo y la demos 2 minutos más para retirar la sartén del fuego y dejamos enfriar las verduras.

En un bol cascaremos los huevos, los batimos un poco y añadimos la harina, la levadura, el orégano y un poco de sal, mezclamos todos los ingredientes bien y por último añadiremos la verdura que tenemos reservada, volvemos a mezclar todos los ingredientes bien.

Ahora ponemos una sartén al fuego a fuego medio, cuando este caliente con una brocha untamos un poco de aceite, esto lo haremos cada vez que nos sea necesario.

Con ayuda de un cucharón cogemos un poco de masa y la ponemos en la sartén, esta cantidad es a elección del tamaño que quieres que tenga la tortita en mi caso yo utilice una sartén de 28 centímetros y en cada sartenada hacía unas tres tortitas.

Una vez las tengamos puestas en la sartén las doraremos por ambos lados entre 1 minuto y 1½ minuto, así lo haremos hasta gastar toda la masa.

Cuando la saquemos de la sartén las pondremos sobre un papel adsorbente para quitarle el exceso de aceite si tuviese.

A la hora de servirlas las podemos acompañar con la salsa que más nos guste, yo usé mahonesa.

Listas para comer.

                                                       ¡Buen provecho!  

También te puede interesar.